1. Reduce el riesgo de pérdida de dientes naturales.
  2. Mejora la funcionalidad de los dientes y una encía sana.
  3. Reduce el sangrado, la movilidad dentaria y facilita el control de la halitosis (mal aliento).
  4. Es una medida más en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
  5. Facilita el control de la diabetes.
  6. Disminuye el riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer.