La práctica del deporte, sin tener en cuenta una serie de factores de riesgo, no debe considerarse un estilo de visa saludable. Por ello, las intervenciones más sencillas que podemos hacer cada día son las que tendrían un mayor impacto en la mejora de la salud oral.
Se aconseja el uso de pastas dentales fluoradas de alta concentración, el empleo de flúor tópico profesional, el cambio en la conducta en relación a la dieta y la eliminación efectiva de la placa dental son ejemplos muy efectivos. Del mismo modo, la identificación temprana de infecciones y la extracción de terceros molares, si es recurrente, también es fundamental. Sin olvidar el uso de protectores bucales cuando se participa en deportes de contacto, por el elevado riesgo de traumatismo.
Por todo ello, los expertos aconsejan que las personas que practican deporte de forma regular visiten a su dentista cada 6 meses.