Una incrustación dental, también conocida como incrustación intracoronaria o inlay, es una restauración dental utilizada para reparar dientes dañados por caries u otras lesiones. Se trata de una opción de restauración más conservadora que las coronas dentales, ya que preserva más estructura dental natural. Las incrustaciones dentales se utilizan típicamente en casos donde la restauración dental es necesaria, pero la estructura dental remanente es suficiente para soportar la incrustación.

Aquí hay algunos aspectos importantes sobre las incrustaciones dentales:

1. Material:

Las incrustaciones dentales pueden estar hechas de diferentes materiales, como cerámica, porcelana, oro o composite dental. La elección del material dependerá de factores como la ubicación del diente, la estética deseada, las preferencias del paciente y la recomendación del dentista.

2. Proceso de colocación:

El proceso de colocación de una incrustación dental generalmente implica dos visitas al dentista. Durante la primera visita, se retira la caries y se prepara el diente para la incrustación. Se toma una impresión dental para fabricar la incrustación a medida en un laboratorio dental. Durante la segunda visita, la incrustación dental se coloca y se adhiere de forma permanente al diente utilizando un adhesivo dental especial.

3. Ventajas:

Las incrustaciones dentales ofrecen varias ventajas, incluyendo una mayor conservación de la estructura dental natural en comparación con las coronas dentales, una mayor resistencia y durabilidad en comparación con las obturaciones dentales directas, y una apariencia estética natural que se mezcla con los dientes adyacentes.

4. Indicaciones:

Las incrustaciones dentales se utilizan comúnmente para restaurar dientes posteriores con caries moderadas a grandes, fracturas dentales o restauraciones dentales previas defectuosas. También pueden ser una opción adecuada para reemplazar obturaciones dentales antiguas y grandes.

5. Cuidados y mantenimiento:

Después de colocar una incrustación dental, es importante mantener una buena higiene oral mediante cepillado dental regular, uso de hilo dental y enjuague bucal. Además, se deben realizar visitas dentales periódicas para revisar la salud y la integridad de la incrustación y del diente circundante.

En resumen, una incrustación dental es una restauración dental utilizada para reparar dientes dañados, ofreciendo una solución duradera y estéticamente agradable que preserva la mayor cantidad posible de estructura dental natural.