El chupete debe aproximarse lo máximo posible a la conformación del paladar del niño. Asimismo, la succión de su tetina debe asemejarse a la del pecho materno.

El chupete ideal es aquel que:
– Provoca la menor apertura de la boca.
– Ejerce la menor presión sobre el paladar.
– Presenta una superficie de contacto sobre el paladar lo más parecida posible a la lengua.

Los materiales deben ser resistentes, atóxicos y antialérgicos (libre de Bisfenol A).

El tamaño de la tetina debe ser el adecuado: su longitud ha de ser igual o inferior a 30 mm.

La tetina debe ser flexible y adaptarse a la forma del paladar del bebé.

El escudo no debe separarse de la tetina, aunque se ejerza una fuerza tracción.

Asimismo, debe ser más grande que la boca del niño he incluir al menos dos orificios de ventilación para evitar irritaciones.
Por razones de higiene y seguridad, después de uno o dos meses de uso, es necesario sustituir el chupete, sobre todo si se aprecia algún signo de deterioro, cambio en su textura, fisuras o agujeros.