Los piercings corporales son una formar popular de expresión personal. Pueden parecer algo atractivo, pero perforarse la lengua, los labios o las mejillas puede interferir en el habla, la masticación o la deglución. Además, conlleva varios riesgos para la salud oral y para la salud en general.

Los piercings orales no son para nada recomendables porque no son algo natural y conllevan riesgos importantes. Pueden dañar tu salid oral, tus dientes, tus encías, tus mucosas. Además, interfieren con la masticación y con el habla. En bastantes ocasiones originan infecciones y hemorragias. Se han descrito algunas lesiones nerviosas importantes a la hora de colocarlos. 

Si llevas piercing oral:

  • Vigila signos de infección y contacta tu dentista a la más mínima duda.
  • Mantén la zona limpia y utiliza colutorio de flúor después de las comidas.
  • Ten cuidado con los movimientos del piercing al comer y al hablar, ya que pueden dañar tus dientes.
  • Cuando hagas deporte quítate el piercing para no tener accidentes.
  • Visita periódicamente a tu dentista para revisar el piercing o posibles daños causados por él.